"Amelie tiene de repente la extraña sensación de estar en total armonía consigo misma, en ese instante todo es perfecto, la suavidad de la luz, el ligero perfume del aire, el pausado rumor de la ciudad. Inspira profundamente y la vida ahora le parece tan sencilla y transparente que un arrebato de amor, parecido a un deseo de ayudar a toda la humanidad la empapa de golpe."
Y es cuando miras a los demás, son personas. Tendrán sus pensamientos, sus problemas y sus inquietudes. Tendrán sus alegrías y sus momentos. Tendrán cosas que de repente, quieres conocer, quieres ver el mundo, quieres sentir sus emociones, quieres empatía.
La empatía es una cualidad maravillosa, todos deberíamos guardarla como uno de los mejores dones. Porque es la herramienta que nos ayudará a ser mejores personas mañana.
Esta sensación es agradable, sentir que puedes hacer algo. Es el momento de dejar una nota pegada en una puerta, de regalar fotos escritas, de subir a la montaña a respirar serenidad. Es el momento de guiñar un ojo, de aplaudir los chistes malos, de ceder un poco de tus natillas, de enviar una carta con los mejores deseos.
Serán los detalles, los que componen la felicidad. Serás ellos los que configuren la vida, los que nos hagan estar en armonía con nosotros mismos. Al fin y al cabo, son los que nos ayudan a colorear los días grises.